Agotada. Me siento agotada en todos los sentidos.
Me siento tan agotada que desde que me he despertado sólo espero que llegue la hora de meterme en la cama de nuevo. Pero aún así, tampoco me siento muy esperanzada de poder descansar esta noche.
Para Elvis, hoy en día, dormir bien es meterse en la cama a las 8 de la tarde y mamar aproximadamente cada 2 horas hasta las 7.30h de la mañana. Pero por alguna extraña razón -según con quien lo comente, me aporta causas diferentes- los 5 últimos días es capaz de mamar incluso cada hora, y despertarse a las 6.30h.
Lleva así aproximadamente 1 mes. Antes, Elvis llegó a dormir incluso 6 horas seguidas, y mamaba únicamente 2 veces durante la noche. Una maravilla.
Pero de pronto un día cambió.
Desde entonces mi vida es más infierno que cielo. No sólo tengo a un torbellino de día, si no que las noches sólo añaden más cansancio a mi abatido cuerpo.
Me pregunto continuamente cuanto tiempo va a durar este calvario.
Me gustaría que mi hijo fuera un bebé que durmiera "sin lágrimas". Entiendo las fases del sueño, duerme a nuestro lado, mama a demanda, recibe abrazos y besos continuamente... Pero cuando el cuerpo ya no da más de si porque el descanso que necesita no lo recibe ¿que puedo hacer?
Cuando el cansancio te puede, las palabras cariñosas cuestan más de salir, los abrazos son más bruscos y las sonrisas más amargas ¿Pero debo sentirme culpable por ello? Supongo que no, pero aún así, me siento triste de no poder responder como me gustaría, de no tener la paciencia necesaria, de no ser yo misma.
miércoles, 6 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
La maldad femenina
Las mujeres somos malas. Y lo siento si puedo herir los sentimientos de alguna lectora, pero tenemos que ser realistas. Al igual que somos más listas, más sensibles y más comprensivas, también somos malas. ¡Que le vamos a hacer!
Lo peor de esta gran afirmación es que para colmo somos especialmente malas con las mujeres. Atacamos nuestro mismo sexo. Supongo que eso debe tener alguna explicación psicológica basada en nuestro instinto animal. Atacamos a nuestras posibles rivales. No se.
Muchas pensareis, ¿en que se basa para decir esto? Pero me entenderéis rapidamente.
Quien no ha escuchado más de una vez durante su embarazo "¿Y cuanto has engordado ya?"... ¿Pero que tipo de pregunta es esa? Si no fuera el caso de que realmente el peso está afectando a tu salud o a la salud del bebé ¿a quién le importa?
Obviamente para nuestra cultura occidental, engordar está tan mal visto, que incluso en el embarazo parecen querer atacarnos cuando cogemos unos kilos de más -de los aceptados 9 kilos-. Y si tu eres de esas mamas que llegas a los 15 o los 18kg o más, te mirarán frunciendo el entrecejo y diciendo "¡uy, ya verás como te costará perder los que te sobran!".
¿Y que les importa?¿Nunca han estado embarazadas? ¿No saben que es sentir que te mueres de hambre? ¿Que aunque odies el chocolate, te comerías una tableta cada día? ¿Que aunque sigas una dieta saludable, los Kilos se multiplican deprisa?
Durante el embarazo hay miles de comentarios que llegan por parte de otras mamas, que parecen salir de sus bocas como flechas hacia tu corazón. "Uy, que ojeras, te ves muy cansada", "Eres de esas personas que el embarazo no le sienta nada bien", "Que barriga más fea, la tienes caída", "No diría que estás embarazada porque barriga no tienes, pero se nota que has cogido varios kilos", "¿Tienes muchos vómitos?", "¿Duermes mal?"...
Y repito, ¿Pero que tipo de preguntas son esas?, no sería mucho más adecuado preguntar "¿Como te encuentras?", "¿Que tal la sensación de estar embarazada?" ... No se, comentarios con connotaciones positivas, o al menos abiertas a respuestas de todo tipo.
Y para colmo, los comentarios en el post-parto...
Tengo una amiga con una bebe de 6 meses y una niña de 3 años. Hace dos días una señora que apenas la conocía le dijo por la calle: "¡uy, tener la segunda te ha envejecido mucho!". ¿Como? ¿Será cierto que se puede tener tan mala baba?.
Otra de las situaciones en las que me encontré escuchando un comentario muy desafortunado, fue paseando con una amiga. Yo estaba embarazada de 7 meses y ella había dado a luz hacía dos meses. Paseábamos con su bebé en el cochecito cuando una joven mamá se nos acercó y le espetó "Vaya, ¿y tu cuando piensas dar a luz? ¡Esa barriga ya está bien abajo!". Tengo que añadir que mi compañera tiene un tipo espléndido. Obviamente aún le quedaba la barriguita post-parto, pero no de 9 meses ¡por Dios!
Y podría añadir miles. Algún día me dedicaré a hacer un listado de todas esas frases desaliñadas que he ido escuchando durante la maternidad.
Y para finalizar con el tema, comentaré un par de casos donde nos encontramos con el "sumum" de la maldad femenina. Cuando atacan a tu hijo.
Por alguna extraña razón, la raza humana no ve a los niños como personas. Parece que no llegan a ser personas cuando son bebés. Uno puede comentar cualquier cosa de ellos, delante de ellos, sin pudor alguno. Pondré unos ejemplos:
Hace un par de días paseaba con una amiga que tiene una bebé de la misma edad que Elvis. Nos cruzamos con una pareja que paró a saludar a los pequeños. La señora, muy refinada y pija, dijo alegremente "Oooohh, que guapo está!" mirando a mi retoño "Aunque se le está poniendo cabeza de bombilla" recalcó. "Oooooh y esta niña tan rubita, ¡que mona!" comentó sobre la amiguita de Elvis "Pero es muy tranquilita para su edad ¿no? ¿Has ido a que le hagan pruebas, no sea que tenga un poco de retraso?" preguntó mirando a la madre.
Bien, mejor me reservo los comentarios. ¿Pero alguien podría imaginarse hacer tales comentarios en sentido contrario?
"Buenas Señora X ¡oooh la veo esplendida! Que pena que tenga esas patas de gallo y esa papada tan caida ¿Ha pensado en operarse?"
¿No les parecería grosero? ¿Y porque no les parece grosero cuando esos comentarios van dirigidos a los niños? ¿Es que los niños son insensibles? ¿Son sordos? ¿Son tontos? ¿No merecen el mismo respeto que merece usted?
¡La próxima persona que me haga un comentario grosero de mi hijo se va a enterar de lo que es bueno!
Pero esta será otra historia, y será contada en otra ocasión...
Lo peor de esta gran afirmación es que para colmo somos especialmente malas con las mujeres. Atacamos nuestro mismo sexo. Supongo que eso debe tener alguna explicación psicológica basada en nuestro instinto animal. Atacamos a nuestras posibles rivales. No se.
Muchas pensareis, ¿en que se basa para decir esto? Pero me entenderéis rapidamente.
Quien no ha escuchado más de una vez durante su embarazo "¿Y cuanto has engordado ya?"... ¿Pero que tipo de pregunta es esa? Si no fuera el caso de que realmente el peso está afectando a tu salud o a la salud del bebé ¿a quién le importa?
Obviamente para nuestra cultura occidental, engordar está tan mal visto, que incluso en el embarazo parecen querer atacarnos cuando cogemos unos kilos de más -de los aceptados 9 kilos-. Y si tu eres de esas mamas que llegas a los 15 o los 18kg o más, te mirarán frunciendo el entrecejo y diciendo "¡uy, ya verás como te costará perder los que te sobran!".
¿Y que les importa?¿Nunca han estado embarazadas? ¿No saben que es sentir que te mueres de hambre? ¿Que aunque odies el chocolate, te comerías una tableta cada día? ¿Que aunque sigas una dieta saludable, los Kilos se multiplican deprisa?
Durante el embarazo hay miles de comentarios que llegan por parte de otras mamas, que parecen salir de sus bocas como flechas hacia tu corazón. "Uy, que ojeras, te ves muy cansada", "Eres de esas personas que el embarazo no le sienta nada bien", "Que barriga más fea, la tienes caída", "No diría que estás embarazada porque barriga no tienes, pero se nota que has cogido varios kilos", "¿Tienes muchos vómitos?", "¿Duermes mal?"...
Y repito, ¿Pero que tipo de preguntas son esas?, no sería mucho más adecuado preguntar "¿Como te encuentras?", "¿Que tal la sensación de estar embarazada?" ... No se, comentarios con connotaciones positivas, o al menos abiertas a respuestas de todo tipo.
Y para colmo, los comentarios en el post-parto...
Tengo una amiga con una bebe de 6 meses y una niña de 3 años. Hace dos días una señora que apenas la conocía le dijo por la calle: "¡uy, tener la segunda te ha envejecido mucho!". ¿Como? ¿Será cierto que se puede tener tan mala baba?.
Otra de las situaciones en las que me encontré escuchando un comentario muy desafortunado, fue paseando con una amiga. Yo estaba embarazada de 7 meses y ella había dado a luz hacía dos meses. Paseábamos con su bebé en el cochecito cuando una joven mamá se nos acercó y le espetó "Vaya, ¿y tu cuando piensas dar a luz? ¡Esa barriga ya está bien abajo!". Tengo que añadir que mi compañera tiene un tipo espléndido. Obviamente aún le quedaba la barriguita post-parto, pero no de 9 meses ¡por Dios!
Y podría añadir miles. Algún día me dedicaré a hacer un listado de todas esas frases desaliñadas que he ido escuchando durante la maternidad.
Y para finalizar con el tema, comentaré un par de casos donde nos encontramos con el "sumum" de la maldad femenina. Cuando atacan a tu hijo.
Por alguna extraña razón, la raza humana no ve a los niños como personas. Parece que no llegan a ser personas cuando son bebés. Uno puede comentar cualquier cosa de ellos, delante de ellos, sin pudor alguno. Pondré unos ejemplos:
Hace un par de días paseaba con una amiga que tiene una bebé de la misma edad que Elvis. Nos cruzamos con una pareja que paró a saludar a los pequeños. La señora, muy refinada y pija, dijo alegremente "Oooohh, que guapo está!" mirando a mi retoño "Aunque se le está poniendo cabeza de bombilla" recalcó. "Oooooh y esta niña tan rubita, ¡que mona!" comentó sobre la amiguita de Elvis "Pero es muy tranquilita para su edad ¿no? ¿Has ido a que le hagan pruebas, no sea que tenga un poco de retraso?" preguntó mirando a la madre.
Bien, mejor me reservo los comentarios. ¿Pero alguien podría imaginarse hacer tales comentarios en sentido contrario?
"Buenas Señora X ¡oooh la veo esplendida! Que pena que tenga esas patas de gallo y esa papada tan caida ¿Ha pensado en operarse?"
¿No les parecería grosero? ¿Y porque no les parece grosero cuando esos comentarios van dirigidos a los niños? ¿Es que los niños son insensibles? ¿Son sordos? ¿Son tontos? ¿No merecen el mismo respeto que merece usted?
¡La próxima persona que me haga un comentario grosero de mi hijo se va a enterar de lo que es bueno!
Pero esta será otra historia, y será contada en otra ocasión...
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